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Asegúrese de que todos los pasajeros lleven chaleco salvavidas.
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Verifique que todos a bordo están en cubierta.
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Si fuera necesario, haga una llamada de emergencia o utilice un dispositivo de señalización de socorro.
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Inmediatamente después de un vuelco, verifique la presencia de fugas en la sentina. Aunque la bomba de achique no esté preparada para fugas, puede intentar vaciar la embarcación con ella.
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Pare los motores y sáquelos del agua.
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Desconecte todos los interruptores eléctricos principales.
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Si puede separar la embarcación tras un desprendimiento de rocas, verifique el estado del motor.
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Inspeccione la embarcación en busca de fugas.
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Para evitar daños mayores en el motor, no pilotee la embarcación si, por ejemplo, observa una fuga de aceite o el álabe del motor está dañado.
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Si la fuga es pequeña, la embarcación está desprendida y al menos uno de los motores funciona, pilotee hasta la orilla más cercana para evitar que la embarcación se hunda.
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Si se dispone de una balsa salvavidas y fuera necesaria, prepárela para su uso.
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Si detecta una fuga, cierre todas las puertas y escotillas. Las puertas y escotillas abiertas pueden hacer que la embarcación se hunda más rápidamente.
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No entre en la embarcación si tiene una fuga.
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Solicite ayuda de remolque a las autoridades locales u otros organismos.
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Un profesional debe inspeccionar la embarcación después de la varada. Aunque no haya fugas visibles, el casco puede estar dañado y necesitar reparaciones.
Una fuga grande puede hacer que el barco se hunda rápidamente. No vaya ni se quede dentro y lleve chaleco salvavidas.