7.5 Protección de piezas metálicas submarinas

Los componentes metálicos submarinos de los barcos, como pasa cascos, tomas de mar, aletas de compensación, componentes internos del motor y hélices, están sujetos a corrosión electrolítica. La electrólisis y la corrosión galvánica (corrosión de metales diferentes en agua salada) pueden ocurrir en el ambiente marino debido a factores externos como corrientes parásitas, aguas contaminadas o la proximidad con otras embarcaciones. Es importante que el propietario de la embarcación esté atento a estos fenómenos, ya que pueden provocar graves deterioros con el tiempo.

Los signos de corrosión electrolítica son, por ejemplo, una sustancia blanca en polvo sobre el metal expuesto -como hélices, rompedores o pasa cascos- y tomas de mar que se vuelven verdosos. Si la corrosión ha avanzado mucho, pueden aparecer incluso picaduras profundas en la superficie de la pieza.

Los barcos están equipados con ánodos de sacrificio para proteger las piezas metálicas de la corrosión galvánica. Asimismo, los barcos equipados con alimentación desde tierra tienen aisladores galvánicos para evitar que las corrientes de bajo voltaje fluyan a través del barco.

Todas las piezas metálicas bajo el agua se deben inspeccionar anualmente para detectar signos de corrosión. Además, se recomienda reemplazar los pasa cascos y las tomas de mar submarinas cada 5 años. Consulte el capítulo Previniendo la corrosión para más detalles.